Acera de San Francisco (Jean Laurent, 1873)
Durante la primera mitad del XIX y con objeto de festejar sucesos extraordinarios fue costumbre en Valladolid el correr reses enmaromadas que desde su salida del matadero recorrían toda la calle Santiago hasta desembocar en la Plaza Mayor, escenario en el cuál tenía lugar su lidia.
Las vacas y bueyes y excepcionalmente novillos protagonistas de estos festejos eran escogidos por los carniceros de entre los más bravos de cuantos eran llevados para ser sacrificados en el matadero. Una vez elegidos, se les ataba entre sus astas una maroma "tan o más larga que la calle Santiago" y era soltados por las calles hasta su llegada a la Plaza Mayor donde se producía la lidia. De este modo lo recoge José Ortega Zapata en su obra 'Solaces de un vallisoletano setentón':
No sólo la Plaza Mayor fue testigo del festejo popular sino también el Palacio Real donde el 10 de julio de 1811, en honor al rey Napoleón I, se corrió un novillo enmaromado, como así lo recoge en su 'Diario de Valladolid' Demetrio Martínez:
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
Desterrada dicha práctica de los diarios taurinos de la época por no considerarla igual de artística que la corrida de toros, pocas son las reseñas que podemos encontrar sobre nuestras reses enmaromadas si bien de la obra 'Valladolid en la historia taurina' de Emilio Casares podemos extraer una lista de todos los enmaromados celebrados en la primera mitad del XIX:
AÑO 1811
10 de julio: Se corrió un novillo enmaromado por la Plazuela del Palacio en honor del rey Napoleón I.
11 de julio: Continuaron las fiestas en este día volviéndose a correr otro novillo enmaromado.
15 de agosto: Se corrió un novillo enmaromado en la Plaza Mayor por el feliz alumbramiento de la Emperatriz de Francia y el santo de José Napoleón I. El novillo, atada la maroma a a un palo que se colocó en medio de la plaza, produjo algunas desgracias de porrazos y aún murieron dos o tres hombres franceses y españoles.
16 de agosto: Se volvió a correr el mismo novillo del día anterior y en la propia forma. No ocurrieron desgracias, más que hubo algún que otro porrazo.
AÑO 1813
20 de marzo: En celebridad del cumpleaños del Rey de Roma hubo por la tarde un novillo enmaromado en la Plaza Mayor; se produjo algún que otro porrazo entre españoles y franceses, muriendo un francés del golpe recibido.
AÑO 1839
3 de septiembre: Por la entrega del General Maroto de sus tropas al general Espartero, se corrío en la Plaza Mayor una vaca mansa enmaromada.
AÑO 1840
21 de septiembre: Por el nombramiento de Presidente del Consejo de Ministros al general Espartero, se corrieron dos bueyes enmaromados en la Plaza Mayor.
AÑO 1841
10 de mayo: Corrida de bueyes enmaromados en la Plaza Mayor, por haber sido nombrado Regente del Reino el general Don Baldomero Espartero.
AÑO 1850
20 de febrero: Se corrieron en ambas tardes cuatro vacas enmaromadas en la Plaza Mayo, que dieron buenos golpes e hirieron gravemente a un soldado y a un tamborilero.
Valladolid, sus recuerdos y grandezas (Don Casimiro González,1900)
AÑO 1852
19 y 20 de febrero: Se corrieron en ambas tardes cuatro vacas enmaromadas en la Plaza Mayor, cuyos festejos fueron presenciados por la infanta Doña Josefa Fernanda.
AÑO 1856
24 de febrero: Se corrieron tres novillos embolados y enmaromados en la Plaza Mayor, cuyas reses, una vez muertas, se entregaron a la Casa de Beneficencia.
22 y 25 de mayo: En las dos tardes se corrieron cuatro novillos embolados.
Con la celebración de estos festejos taurinos, no hubo más corridas de toros, novilladas o vacas en la Plaza Mayor.
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