Nuestra plaza en La Lidia

Nuestra plaza, previa a su inauguración


Con motivo de la inauguración de nuestra actual plaza de Zorrilla, en 1890, el importante revistero taurino le dedicó una preciosa litografía acompañada de un descriptivo texto que ensalzaba las virtudes del nuevo Circo vallisoletano.




A continuación, reproducimos el texto explicativo de la litografía: 

Valladolid, como Santander y alguna otra contada población española, goza actualmente de la supremacía de poseer dos Plazas de Toros; deficiente y anticuada con relación al desarrollo, del arte taurómaco- la primitiva, y con arreglo a todos los adelantos que el mismo exige la moderna. A ésta se contrae nuestro dibujo de hoy, de indudable oportunidad, puesto que las grandes corridas que anualmente se celebran en la capital de Castilla la Vieja, tendrán brevemente por teatro tan hermoso Circo. Desarrollándose el conjunto sobre una gran circunferencia de 90 metros, de diámetro. Diremos con mayor exactitud aún que el muro perimétrico forma un vasto polígono regular de 50 lados

Construido todo él de ladrillo, con su correspondiente zócalo de piedra y sobre una sólida cimentación que alcanza desde 0,55 hasta 1,80 metros de profundidad, el arquitecto ha sabido sacar gran partido de dicho material, ya para la decoración, ya para el aspecto monumental del edificio.

El aspecto total y exterior del Circo resulta airosísimo y por todo extremo movido y agradable. Tiene ciertos dejos de estilo románico, y el movimiento de las pilastras, la luz de los medios puntos y ventanales, el artístico y bien sentido cornisamento, el.despiezado, en fin, de los cuerpos, de modo que no queda uno solo vano, inerte y sin juego , causan una impresión general qué no puede ser más atractiva y favorable.

No menos agradable sentimiento produce el interior, por lo proporcionada que resulta la altura con el diámetro, y el bien dispuesto alzado sobre el tendido, de los dos pisos, que dan un perfil de cien esbeltísimos arcos, divididos por una adecuada, cornisa en dos cuerpos, cada uno de los cuales ostenta su columnata correspondiente. También,el,ruedo de lidia es muy proporcionado; ni tan chico que se achiquen las suertes, ni tan grande que se pierdan. El diámetro mide 53 metros. Dos le quedan al foso, o sea al espacio comprendido entre la barrera y contrabarrera (¡que ya es holgura!).

Viene luego el tendido, cuya construcción es sólida de veras. Está formado por. dos muros de mampostería concertada con el relleno de tierra consiguiente. El total se halla distribuido en ocho tendidos parciales, cada uno de ellos con su ancho vomitorio en el centro.. El total do las hiladas de asientos , tabloncillo y talanquera inclusive, es el de 15 con un desarrollo de tres y medio kilómetros. 

Por seis escaleras se dará acceso al primer piso de gradas, alto de 60 metros, ancho de otros 3,60, y con su corredor exterior de 2,28. Las gradas serán tres y además el balconcillo, admirablemente ideado para la comodidad, y separado de aquellos por ancho espacio. 

El piso segundo, abordado por cuatro escaleras y en donde van los palcos, tiene sólo dos gradas y el balconcillo. En él , y al centro de la sombra va el gran palco presidencial velado y con capacidad doble. Ambas localidades altas llevan el piso de madera ensamblada.

La puerta principal mira a Poniente, esto es, a la carretera que va al Polvorín, con lo que, y yendo sobre ella el palco presidencial-,: queda la Plaza naturalmente dividida con arreglo al plano general en dos mitades: sol y sombra.

Enfrente de dicha entrada van los chiqueros, muy bien construidos, con ocho compartimientos que salen al.corredor de la puerta central, "y otras dos.laterales, una qué comunica con la enfermería y otra con el servicio de Plaza. Sobre el chiquero hay una ancha azotea que corta al tendido en toda su extensión y sirve para la colocación de la música, timbales y servicio de Vaqueros. Al frente también, y a la derecha, va 1a puerta de arrastre, y a la izquierda la de salida, y- servicio- de cuadrillas.

Antes de penetrar en el redondel, entre el muro exterior del tendido y el de la Plaza, corre alrededor de la misma una ancha galería- destinada a la circulación del público. Toda ella se halla adornada por grandes arcos de medio punto que unen los dos muros antes nombrados, y hacen, con respecto al del tendido, el oficio que.los arbotantes en las construcciones: ojivales, esto es, le sirven de poderosos contrafuertes. Es un bello artificio y adorno, a la vez que honra verdaderamente la inventiva del arquitecto.

A la parte opuesta a la puerta principal, se extienden en amplísimo espacio los corrales y todas aquellas dependencias necesarias al mejor servicio de las fiestas taurinas.

La Plaza es capaz para 13.500 á 13.000-.espectadores, los cuales podrán' penetrar en ella por cinco grandes; puertas, contando con la principal. 

No se ha empleado otro material en la construcción que piedra, ladrillo y hierro. La madera sólo se ha aplicado para los pisos de las gradas y el tejado. Todos estos materiales son del país: el hierro, parte de Bilbao y parte de la fundición del Sr. Gabilondo. También son del país cuantos han trabajado en su construcción. Ha sido el arquitecto el provincial D. Teodosio Torres, cuyo proyecto, por su estudio, por su disposición, por sus condiciones de economía, por su bello trazado, en fin, ha de ser una de los que más honren su carrera técnica y artística; Siendo también muy de elogiar en esa obra la inteligencia y actividad de los inteligentes maestros D. Federico Peradejórdi y D.Martia-Requesens. Finalmente completaremos estas lineas generales manifestando que su aspecto es muy semejante al de la Plaza de Madrid, y que aun a costa de grandes sacrificios,.y luchando con ridículas oposiciones e intencionados entorpecimientos, la iniciativa particular y el desprendimiento de unos cuantos entusiastas han triunfado una vez más dotando á Valladolid de un Coliseo digno de su importancia y de los más perfectos entre los ya numerosos que en época reciente se han levantado en la Península; habiendo interpretado, como en el número anterior,; con singular acierto, nuestro distinguido dibujante Sr. Giménez -los principales detalles de la sólida y espaciosa Plaza nueva , Nuestro compañero D. Federico,Mingüez.


Bibliografía: Revista La Lidia, 8 de septiembre de 1890

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